Historia General del Pueblo Dominicano Tomo V

Historia general del pueblo dominicano 103 que «antes de perder la amistad del Departamento renunciaría a ser candi- dato a la Presidencia». Brache respaldó a Trujillo y dijo «que esperaba que el Departamento cambiara su posición porque, aunque no se ha emitido una declaración pública, se ha hecho del dominio público que el Departamento ha aconsejado en contra de que participe como candidato y eso perjudicaría grandemente al general Trujillo en su campaña política». Cotton le contestó ©TXH QR WHQtD QDGD TXH DxDGLU D OR TXH \D VH KDEtD GLFKR FRPR QR IXHUD TXH WHQLHQGR HQ FXHQWD ODV UHODFLRQHV DPLVWRVDV TXH H[LVWtDQ HQWUH PXFKRV DPHULFDQRV \ HO JHQHUDO 7UXMLOOR SHQViEDPRV TXH SRGtDPRV H[SUHVDUQRV FRQ IUDQTXH]D \ H[SOLFDUOH FXiO HUD QXHVWUR SXQWR GH YLVWD DO UHVSHFWRª &RWWRQ aseguró a Brache «que en esta actitud no había nada personal en contra del general Trujillo, sino que era meramente una posición de principio, sin un PRWLYR RFXOWR TXH QR VH OH KXELHUD \D H[SOLFDGRª (QWRQFHV %UDFKH KL]R OD VX - gerencia personal de que Trujillo «podría ser candidato a la Vicepresidencia, en lugar de la Presidencia» y Cotton le contestó que no tenía nada que añadir a lo que ya se había dicho. Entonces Brache preguntó «si el Departamento no SRGUtD D\XGDU RIUHFLHQGR DOJ~Q FRQVHMR R VXJHUHQFLD VREUH OR TXH GHEHUtD de hacerse bajo las circunstancias» y Cotton declaró: «Este gobierno no podía sugerir ningún candidato en particular, ni de hecho añadir nada más a lo que ya se había dicho». 77 (VD UHFRPHQGDFLyQ GH %UDFKH GH TXH 7UXMLOOR IXHVH FDQGLGDWR D OD 9LFH presidencia en las elecciones que tendrían lugar 23 días después, partía de la presunción de que Estrella Ureña sería candidato a la Presidencia (o tal vez su hermano Elías Brache), pues estaba claro que Trujillo pronto podría lograr la UHQXQFLD GHO SUHVLGHQWH TXLHQ IXHVH RFXSDQGR pO PLVPR HVH FDUJR (O GtD VL - guiente Brache presentó sus credenciales al presidente Herbert Hoover, como ministro del gobierno de Estrella Ureña. El 26 de abril, en una carta personal a Francis White, encargado de América Latina en el Departamento de Estado, Curtis se quejaba amargamen- te: «Ciertamente el pueblo dominicano esperaba que se respetara el acuerdo ORJUDGR D WUDYpV GH ORV EXHQRV RÀFLRV GH OD /HJDFLyQ 7RGDV ODV SURPHVDV hechas por los revolucionarios en esos días han sido violadas hoy por el Gobierno. El prestigio de la Legación ha disminuido casi hasta el punto de H[WLQFLyQ FRPR UHVXOWDGR GH VX IUDFDVR HQ KDFHU UHVSHWDU HVDV SURPHVDV /D /HJDFLyQ KD KHFKR WRGRV ORV HVIXHU]RV SRVLEOHV SRU REWHQHU HO FXPSOLPLHQWR de esas promesas; se prometió dicho cumplimiento, un cumplimiento en gran PHGLGD PiV TXH PHUDPHQWH VXSHUÀFLDO SHUR HVDV SURPHVDV WDPSRFR VH KDQ FXPSOLGR /D /HJDFLyQ KD REWHQLGR \ VLQ GXGD SXHGH REWHQHU HQ HO IXWXUR todas las promesas que desee; sin embargo, no puede lograr el cumplimiento

RkJQdWJsaXNoZXIy MzI0Njc3